
David alzó un cántico nuevo de liberación a Jehová, pues Jehová lo había liberado de las manos de Saúl y de cada uno de sus enemigos.
Que nuestra fe sea más grande que nuestros miedos, y así como David alzar un cántico nuevo a Dios.
En nuestra vida pueden existir situaciones o circunstancias que nos hagan dudar si Dios realmente está con nosotros, pero como dice 2 Samuel 22:31 “Escudo es a todos los que en Él esperan.” Cuando nosotros somos fieles, somos pacientes y sabemos esperar en Dios, todo obra para bien, Dios siempre se encargará a mover las piezas a nuestro favor, aunque muchas veces no lo entendamos o no podamos verlo así, porque incluso en nuestros procesos, incluso en nuestros desiertos, cuando creemos que Dios se ha olvidado de nosotros Él está ahí, mirándonos, escuchándonos, siendo nuestro apoyo. Si, puede que a veces creamos que Dios está muy lejos o ocupado en otras cosas, pero Él es Dios omnisciente, omnipotente, todo lo puede, todo lo transforma, lo imposible lo hace posible.
No hay que estar afligidos ni preocupados porque como hijos de Dios tenemos que tener la fe y confianza que es Él quien pelea por nosotros, quien hace justicia por nosotros.
Nuestra tarea es hacer el bien, es ser rectos ante los ojos de Dios haciendo su voluntad, y siempre saber que si lo tenemos a Él nunca nada nos hará falta.
Nuestros miedos, preocupaciones, cargas, todo hay que dejarlo en sus manos, Dios está atento a nuestras necesidades, ante lo que nos duele, está atento de quien nos lastima, de nuestras lágrimas y de nuestras risas. Ten la fe suficiente para saber que El tiene el control.