
En esta lectura podemos leer como Dios nos asegura que tiene el cuidado de nosotros; que dejemos todas nuestras cargas, nuestros problemas, ansiedad, depresión, miedos, en él, manteniéndonos firmes en nuestra fe.
A pesar de nuestra preocupaciones, aflicciones o cualquier cosa que perturbe nuestro corazón, Él nos abraza y nos llena con su gracia de fortaleza. Nuestra tarea es estar atentos y cuidar nuestro corazón de cualquier tentación.
“Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará?Habló, ¿y no lo ejecutará?”
Números 23:19 RVR1960
Hay que confiar en nuestro Dios, en las promesas que nos da. Creer que cada cosa que nos promete las cumplirá porque no es hombre para mentir, ni hijo de hombre para que se arrepienta de las promesas que da.
Y si en algún momento la duda llega a nuestro corazón de que si Dios cumplirá o no, hay que desecharla y volver a leer su palabra, para descansar en ella. Si te prometió que restituiría lo que perdiste, aférrate a esa promesa porque Él la va cumplir.Si te prometio que restauraría a tu familia, aférrate a esa promesa porque Él la va a cumplir.
Aún que no podamos verlo, Dios está obrando, siempre esta obrando. Recuerda y mantén en tu corazón que fiel es el que hizo la promesa.