Moisés: Heme Aquí

Moisés: Heme Aquí

1. Oración Inicial

Señor, este día te digo “Heme aquí”, tuya es mi vida y mi corazón, úsame como bien te plazca, úsame para tu causa y para hacer tu voluntad, quita todo miedo e inseguridad de mi y trae la certeza a mi corazón que estarás conmigo a donde sea que yo vaya. Amén.

2. Lee la palabra de Dios

Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema. Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es. Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios. Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias, y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo. El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también he visto la opresión con que los egipcios los oprimen. Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel. Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel? Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte. Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé? Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Éxodo 3:2-14 RVR1960

3. Reflexión

Todos sabemos la historia de Moisés: el hijo de una hija de Levi, que a causa de Faraón la mamá colocó a Moisés en una arquilla en el río y eventualmente llegó a los brazos de la hija del Faraón.

Moisés teniéndolo todo, riquezas, siendo parte de la familia del Faraón, defendió a un hebreo matando a un egipcio. A causa de esto, Moisés tuvo miedo y huyó, pero un día Dios lo llamó y Moisés dijo “Heme aquí.”
Dios llamaría y enviaría a Moisés a una tarea muy importante: liberar a su pueblo.
Claro que Moisés tenía dudas e inseguridades al momento del llamamiento, él tenía dificultad en el habla, pero eso no sería impedimento para que Dios lo usara, Dios estuvo en la boca de Moisés.

Cuando Dios nos llama y nos envía a hacer algo muy probablemente existan las dudas si seremos capaz o no y entrarán nuestras inseguridades al igual que con Moisés, pero aún con todo eso tenemos que decirle a Dios “Heme aquí.” Hay que entender que somos instrumentos de Dios, él hablará por medio de nosotros, él actuará por medio de nosotros.
No hay que temer, porque así como Dios estuvo con Moisés en todo momento, Dios estará con nosotros.

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