
¿Cuantas veces hemos pensado que Dios no escucha nuestras oraciones?
¿Cuantas veces han sido las ocasiones que pensamos que nuestras oraciones se quedan en el aire?
Los versículos anteriores no solo nos aseguran que Dios nos ha dado vida eterna por creer en nombre del hijo de Dios, sino que también nos asegura que nuestra confianza debe estar puesta en Él porque nos oye, cada una de nuestras peticiones, cada una de nuestras oraciones llegan a sus oídos.
También nos menciona “conforme a su voluntad”, tenemos que aprender a pedir con sabiduría, a orar con entendimiento de que no se cumpla lo que yo quiero, sino lo que Él quiere para mi vida, porque hay que recordar que su voluntad es agradable y perfecta.
Salmos 18:6 RVR1690 “En mi angustia invoqué a Jehová, y clamé a mi Dios. El oyó mi voz desde su templo, y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos.”
No hay que dejar que nuestra incredulidad sea más fuerte que nuestra fe y nuestra confianza en Jehová. No hay que dejar de orar en nuestras tempestades cómo muchos podemos llegar a hacerlo, porque nuestros clamores llegan a sus oídos.
Y así como dice Romanos 12:12 NVI “Alégrense en la esperanza, muestren paciencia en el sufrimiento, perseveren en la oración.” En medio de nuestras pruebas hay que ser pacientes y orar, orar por más fe, más esperanza, más paz; creyendo en que Dios es fiel, y nuestras lágrimas se encargará de convertirlas en gozo.