
Día a día las dificultades vienen y los problemas llegan a nuestra vida y llega a ser difícil enfocarse en las promesas De Dios para nuestra vida o quizá vemos nuestra situación actual que parece imposible cambiar y ahí es cuando el creer resulta complicado.
Más vemos en este pasaje varías cosas
1- La promesa es firme y pasa a la posterioridad
El poder de nuestra Fe no cambiará solamente lo que estamos viviendo actualmente, si no que la Fe y el cumplimiento de su promesa llega a la eternidad De Dios y pasa a nuestras generaciones por cuanto creímos, tú estás viendo tu problema hoy, pero Dios ve su eternidad y trasciende más allá.
2- Dios llama las cosas que no son como si fueran
En nuestra boca tenemos la autoridad para profetizar y declarar las cosas que no son como si fueran, por eso dice la palabra: “Diga el débil fuerte soy, diga el pobre rico soy”
Todo esto por medio de la fe que nos hace declarar que viene algo mucho mayor, que no tiene nada que ver en qué momento de tu vida te encuentras, si no en lo que ha de venir por medio del Dios que habla.
3- Nuestra Fe nos Justifica
Dice la palabra que Jesús murió para justificar nuestros pecados y transgresiones, pero, ¿que es lo que nos lleva a ser justificados? ¡LA FE!
El paso de creer con el corazón que Cristo murió y resucitó por mi, eso es lo que me Justifica y me lava de mis pecados, no son mis fuerzas, ni son mis obras, el tan solo creer en Dios, me lleva a la eternidad
Podrá venir el afán del trabajo, los problemas en tu familia, lo difícil en tus relaciones o la enfermedad a tu cuerpo, pero yo tengo esta esperanza: Cristo me salvo y mi fe en Él me da vida nueva, eso quiere decir que no tengo que vivir con lo malo de este mundo, por que su promesa es fiel y es verdadera, todo pasará y la vida que vivo hoy en la carne, la vivo por la fe en el Hijo De Dios.
Hoy pídele a Dios que te aumente la Fe, por que por medio de ella vienen las promesas del cielo y lo mejor: recibimos a Cristo Jesús que vive en nosotros y cambia nuestras situaciones, si tenemos Fe no hay nada que le pidamos a Dios que por su voluntad no vaya a cumplirse.