
Muchas veces esperamos la evidencia para creer en vez de creer para ver la evidencia. La fe no funciona así, hay que creer para ver, no al revés.
En la historia anterior vemos exactamente esto, el soldado romano demostró una fe que incluso asombró a Jesús, al creer sobre la mayor autoridad que Jesus podía ejercer, y por su gran fe su siervo fue sano. El ni siquiera vio a Jesús pero creía en su poder.
También hay que declarar. El soldado romano dijo que él solo tiene que decir la orden y su siervo la cumple, porque hay poder en las palabras así fue como fuimos creados.
“Y dijo Dios: «¡Que haya luz!». Y la luz llegó a existir.” Génesis 1:3. Dios dijo y sucedió, por eso debemos declarar porque hay poder en lo que tú dices, no en lo que piensas, puedes pensar que eres sano y solo se quedará en un pensamiento, en cambio si tú declaras que eres sano con fe, serás sano.
La fe es muy importante como cristianos porque “Sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan.” Hebreos 11:6 NVI.